Existen ejercicios bastantes populares que demuestran que nuestra coordinación motora tiene ciertos límites.
-Siéntese, levante el pie derecho y empiece a moverlo en el sentido de las agujas del reloj.
-Mientras que está haciendo este movimiento, mueva la mano derecha en un sentido contrario a las agujas del reloj.
En cuanto lo haga, comprobará que el pie empieza a moverse en la misma dirección que la mano. Puede intentarlo cuantas veces quiera, pero sólo unas pocas personas, con la práctica y a través de algunos trucos pueden hacerlo.
Si queremos aumentar la dificultad del ejercicio para que aún menos personas lo logren, hagan lo mismo que antes, pero en lugar de mover la mano en un sentido contrario a las agujas del reloj, muévanla como si estuvieran dibujando un “seis”.
La explicación de este curioso hecho se debe a que nuestro cerebro tiende a coordinar los movimientos de ambos lados del cuerpo de forma simétrica. De manera que los pies y manos del mismo lado del cuerpo tienden a hacer movimientos en el mismo sentido de forma normal. Mientras que los movimientos en sentido contrario no siguen esta coordinación natural.
Esto no ocurre, por ejemplo, con pies y manos de distinto lados del cuerpo y pueden comprobarlo con el siguiente ejercicio:
-Siéntese, levante el pie derecho y empiece a moverlo en el sentido de las agujas del reloj.
-Mientras que está haciendo este movimiento, mueva la mano izquierda en un sentido contrario a las agujas del reloj.
¿A qué ahora no tiene ningún problema para girar la mano y el pie en direcciones contrarias?
La razón por la que es el pie el que cambia de sentido y no la mano se debe a la predominancia de la mano en el control motor. De hecho, en la región cerebral encargada del movimiento, la corteza motora primaria, la parte del cuerpo que predomina son las manos con una exagerada diferencia con respecto a las demás zonas del cuerpo.
En Medicina existe una graciosa representación para reflejar la porción de la corteza motora primaria que se encarga de cada área del cuerpo, esta representación se llama homúnculo motor (hay también otros tipos de homúnculos)
Aquí lo podemos ver:
Que, representado proporcionalmente en un cuerpo humano nos quedaríamos con este deforme personajillo:
Como ven, en cuanto a habilidad motora se refiere, somos casi todo manos y, en segundo lugar, cara. Y, en cuanto a pies se refiere, la habilidad motora es bastante escasa.
Probablemente conozcan más juegos dónde se intente ir en contra del patrón natural de coordinación motora del cerebro y las frustraciones de las que suelen ir acompañadas.
MedTempus.com
sábado, 5 de julio de 2008
De verdad cree que controla completamente sus pies ???
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Publicado por Kinesiologia en 12:29 2 comentarios
Porque algunas personas pueden mover las orejas?
Aunque sea la pregunta estándar que suele hacerse en estos casos, quizás lo que deberían preguntarse es “¿Por qué no puedo mover las orejas?” porque, lo crean o no, todos tenemos la posibilidad de moverlas. Otra cosa, claro está, es que hayamos aprendido a hacerlo. Si alguna vez han sentido el capricho de querer moverlas y no han podido, que sepan que hay algunos métodos para aprender, desde el más casero hasta el más científico. Nunca es tarde para ello, ni sólo los niños pueden aprender a hacerlo, mucha gente adulta puede empezar a moverlas sin haberlo hecho nunca antes.
Por supuesto, este movimiento de orejas es apenas un aleteo y no tiene ninguna función en el ser humano, a diferencia de muchas especies de mamíferos (añádanlo a la lista de vestigios evolutivos para honrar a los del diseño “inteligente”). Gatos, perros, caballos y ratones, por mencionar unos pocos, son capaces de dirigir y mover las orejas a voluntad para percibir los sonidos del entorno con mucha más precisión. De esta forma, pueden dirigir las orejas hacia un lugar determinado para escuchar mejor en esa dirección al tiempo que se ignora o se percibe con menor intensidad los sonidos de otras direcciones.
En nuestro caso, esto no puede hacerse por una importante razón, nuestras orejas, o pabellones auriculares no están apenas desarrollados. Aunque pudiéramos mover las orejas tanto como los animales, no serviría de mucho ya que apenas tienen relieve. Sirven muy bien para concentrar y amplificar los sonidos (unos 20 decibelios) pero como sistema de selección del sonido ambiental son bastante pésimas. Aunque el hecho de tenerlas en los laterales de la cabeza y no en una región frontal como los animales, nos alivia un poco el problema anterior y podemos recibir sonidos de regiones del espacio bastante amplias sin ser necesario su movimiento. Imagínense lo que sería tener dos orejas en la frente sin poder moverlas, estaríamos perdiendo mucha audición de sonidos que vinieran de zonas laterales y muchísimos más que vinieran desde atrás. Eso sin contar que, posiblemente, no seríamos capaces de distinguir de dónde provienen los sonidos al perder un curioso mecanismo fisiológico que nos lo permite.
Como he dicho, en teoría, prácticamente todos deberíamos ser capaces de mover las orejas. El pabellón auricular posee tres músculos con su correspondiente nervio, el Facial que se encarga además de otros muchos músculos de la cara. Por eso, hay muchas personas que cuando mueven las orejas, no pueden evitar mover las cejas u otros músculos de la cara al mismo tiempo.
Estos tres músculos son el músculo auricular anterior, músculo auricular superior y músculo auricular posterior. En esta imagen podemos verlo, cortesía del libro de anatomía de Gray (de ahí precisamente es de dónde viene el nombre de la serie médica Anatomía de Grey, por si se lo están preguntando):
Aunque se tratan de unos músculos poco desarrollados, son funcionales. Es decir, ante estímulos eléctricos se contraen y también son de musculatura estriada, lo que significa que se pueden contraer a voluntad. Las personas que son capaces de mover las orejas lo hacen contrayendo estos músculos.
Y he aquí la cuestión fundamental, si todos disponemos de esos músculos funcionales y su correspondiente nervio, ¿por qué sólo algunas personas son capaces de contraerlos voluntariamente?
La respuesta aún no está del todo clara, pero se piensa que el control de los músculos de las orejas no es tan sencillo como parece y también actuaría una región del tronco del encéfalo descubierto a través de estudios de electroencefalogramas. Lo que implica que además del control voluntario que hemos mencionado antes hay también otro involuntario. Esto se pudo comprobar al estudiar una persona que quedó inconsciente pero cuyas orejas se movían ritmicamente.
Pero bueno, centrémonos en el control voluntario que es lo que nos interesa. ¿Por qué hay gente que puede y gente que no? La razón está en que la gente que puede mover las orejas ha aprendido a contraer los músculos auriculares utilizando la vía nerviosa implicada (a través del nervio facial) mientras que aquellos que no las mueven, no encuentran o no saben la forma de estimular esos músculos a través de esa vía nerviosa. Existen estudios que demuestran este hecho al comprobar que, tras realizar una estimulación eléctrica en los músculos auriculares durante un tiempo determinado para que se contraigan, la persona termina sabiendo cómo moverlos. Cómo si estableciera entonces la ruta que debe estimular para contraer los músculos.
Esa es una de las formas más rápidas para aprender a mover las orejas, pero no está disponible para la mayoría. La otra forma, mucho más lenta y para la que hay que ser paciente, es ponerse frente a un espejo y empezar a ir contrayendo los músculos más cercanos a las orejas, hasta que observe que mueve la oreja. Una vez que se hace por primera vez se sabe hacer ya para toda la vida.
Y no, no es un rasgo genético lo de mover las orejas, es simplemente cuestión de aprendizaje. Ahora bien, se estiman que pueden haber rasgos genéticos que faciliten este movimiento y que podrían ser de herencia autosómica dominante.
La proporción de gente que ha aprendido a hacerlo es muy diferente según los estudios que se tengan en cuenta, además de que los que hay no se hicieron sobre muchas personas. En Barcelona, en 1980, un estudio indicaba que el 19´9% de hombres y el 9´57% de mujeres podían mover las orejas. Mientras que en otro estudio los porcentajes eran de 54% de hombres y 22% de mujeres.
Fuentes:
Ear wiggling mechanism unmasked
What percentage of people can wiggle their ears?
Ears, Ability to Move
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Publicado por Kinesiologia en 12:26 2 comentarios
Porque una persona noo puede hacerse cosquillas a si mismo?
La mayoría de nosotros tenemos alguna zona de nuestro cuerpo muy sensible a las cosquillas y, normalmente, es bastante fácil de encontrar. Para algunos, está por encima de las rodillas, para otros en la nuca y otros se parten de risa con tan sólo rozar los lados del abdomen. Aunque para la amplia mayoría de personas, las plantas de los pies suelen ser las zonas más sensibles a estas sensaciones.
Reírse cuando otra persona le hace cosquillas es una reacción natural. Los científicos descubrieron que la sensación experimentada cuando nos hacen cosquillas, causa, en el primer instante, una sensación similar al miedo y es una defensa natural contra bichos como las arañas y chinches. Un cosquilleo suave debido a un insecto puede enviar una señal a través de su cuerpo informándole de que algo está moviéndose sobre usted.
Esa misma sensación de cosquilleo es la que produce una respuesta incontrolaba de risa si una persona nos hace cosquillas. Si le hacen cosquillas por sorpresa y de forma repentina, la sensación de pánico (justo al principio) e incomodidad se vuelve más fuerte y así como también la sensación de cosquillas. El factor sorpresa es fundamental en la sensación final. Aunque algunas personas llegan a imaginarse tan claramente la sensación, que se ríen incluso antes de ser tocadas.
Entonces, si alguien nos puede hacer cosquillas, ¿por qué no podemos hacerlas a nosotros mismos?
Sarah-Jayne Blakemore, una investigadora del Instituto de Neurociencia Cognitiva de la Universidad de Londres lo explica:
" La respuesta reside en la parte trasera (e inferior) del cerebro, un área llamada cerebelo, que está involucrada en el control de los movimientos. Nuestros estudios en la Universidad de Londres han mostrado que el cerebelo puede predecir las sensaciones de nuestros propios movimientos pero no cuando esos movimientos los hace otra persona. Cuando intenta hacerse cosquillas a usted mismo, el cerebelo predice la sensación y esta predicción es usada para cancelar la respuesta de otras áreas cerebrales relacionadas con las cosquillas"
"Dos regiones cerebrales están involucradas en la sensación de las cosquillas. La corteza somatosensorial procesa el tacto y la corteza cingulada anterior procesa la información agradable. Hemos descubierto que ambas regiones son menos activas durante el auto-cosquilleo que cuando a alguien le hacen cosquillas. Lo que ayudaría a explicar por qué no siente cosquillas ni esa sensación agradable cuando se hace cosquillas usted mismo"
Aunque no seamos capaces de hacernos cosquillas a nosotros mismos, hay una forma de engañar al cerebro al usar un robot que hace cosquillas por control remoto. Para usar el robot, la persona se tumba con los ojos cerrados. El robot se encuentra cerca de la persona con un trozo de espuma suave colocada sobre una vara de plástico que está controlado por control remoto. Cuando la persona activa la vara, el robot reaccionará con cierto retraso. Incluso con retrasos tan cortos como fracciones de segundo desde que la persona activa la vara hasta que el robot hace cosquillas, las personas describieron una sensación similar a la de las cosquillas hechas por otra persona. Así que, en ese sentido, podría hacerse cosquillas a usted mismo utilizando a un robot ayudante.
Fuente (traducción de los siguientes artículos):
Why can’t a person tickle himself?
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Porque Crujen los Nudillos ???
Las articulaciones de los dedos van a ser de dos tipos:
-En forma de bisagra (trocleartrosis), sólo pueden realizar dos movimientos, extensión y flexión. Este tipo de articulación se encuentra en la zona media y distal de los dedos. En el dibujo de abajo, coloreado en rojo.
-Una superficie cóncava sobre otra convexa (cóndiloartrosis), permite la extensión, flexión, separación, aproximación y circunducción (es un movimiento circular con un rango de movimiento similar a un cono). Se encuentra en la zona más proximal de los dedos y son los que popularmente se denominan nudillos. En el dibujo de abajo, en verde.
Si quieren pueden hacer la prueba, sólo pueden flexionar y extender las dos articulaciones distales de los dedos (en el pulgar sólo hay una) mientras que tienen mucha más libertad de movimientos con la articulación del dedo más próxima a la mano.
Todas estas articulaciones van a estar rodeadas de una cápsula sinovial. Dentro de esta cápsula hay un líquido con cierta cantidad de gases (CO2, N2 y O2) cuya principal función es la de lubricar las articulaciones. Si no tuviéramos este líquido, el roce entre los huesos terminaría desgastándolos al poco tiempo, pero gracias al líquido sinovial, se evita que haya un contacto directo entre ellos y se puedan mover las articulaciones sin problemas. Además de esta cápsula, también se encuentran músculos, tendones y ligamentos.
Cuando alguien quiere hacer crujir sus nudillos (aunque también hay personas que pueden hacer crujir todas las articulaciones de los dedos), tiene tres maniobras básicas donde elegir:
-1. Entrelazar los dedos de ambas manos y estirar los dedos hacia atrás lo máximo posible. Esta maniobra la habrán visto seguro todos por el cine o en la televisión, es la que suelen utilizar los pianistas justo antes de ponerse a tocar. En la realidad es algo que no suelen hacer casi nunca, pero bueno, ya sabemos todos la cantidad de tópicos que existen en la pequeña y gran pantalla.
-2. Presionar con una mano los dedos de la otra, apretándolos hacia el interior de la mano. Esta maniobra también es muy famosa. Tanto en la televisión, como en la realidad, que alguien realice esta acción significa que está dispuesto o se dispone a entrar en una pelea y está preparando los puños (no vaya a ser que le dé un tirón al pobre).
-3. Coger uno de los dedos y separarlo poco a poco de la mano. Es la menos utilizada y también la que más repelús da, todo sea dicho.
Después de hacer cualquiera de estas maniobras lo que ocurre es que el espacio entre los huesos de una misma articulación, aumenta y, por tanto, también aumenta el volumen de la cápsula sinovial. Como he comentado anteriormente, la cápsula sinovial contiene en su interior el líquido sinovial y gases disueltos. Al aumentar el volumen de la cápsula, se crea una zona de baja presión que provoca que los gases salgan del líquido sinovial en forma de burbujas. A este proceso se le llama Cavitación. El esquema del proceso sería el siguiente:
Para que se hagan una idea, es una cosa similar a lo que ocurre al destapar una botella de Coca Cola. Cuando la abren, la presión dentro de la botella disminuye y los gases disueltos dentro de la bebida salen de ella.
Cuando las articulaciones vuelven a su posición inicial, estas burbujas estallan y son las que producen ese sonido de crujido tan característico. Aunque también pueden participar en este sonido, pero en menor medida, los ligamentos y los tendones de alrededor.
Una vez que las burbujas han estallado, no podrán volver a hacer crujir los nudillos hasta que pase un intervalo de tiempo entre 15 y 30 minutos. Ya que es el tiempo necesario para que los gases vuelven a disolverse completamente en el líquido sinovial. Cualquier intento antes del tiempo necesario lo único que logrará será un sonido mucho más débil o directamente ningún sonido. Ustedes que pueden, hagan la prueba.
Quizás ahora se estén preguntando si hacer esto a menudo puede ser sano o, por el contrario, puede dar problemas en las articulaciones en un futuro, como la artrosis. La verdad es que es algo que aún no se tiene muy claro. De los pocos estudios que se han hecho, unos afirman que puede hacerse esta práctica sin ningún problema mientras que otros afirman que pueden dañar los tejidos de alrededor de la articulación, provocando una hinchazón y un debilitamiento en la capacidad de agarre de la mano. Mi consejo es que sean prudentes y si lo hacen, que no sea muy a menudo.
El crujido en las articulaciones es patológico cuando se produce con el normal movimiento de éstas y va acompañado de dolor, lo que podría indicar una artrosis o una artritis.
MedTempus.com
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